Historia de mis abuelos

Hace tiempo unos cuantos amigos me dijeron que la tenía que poner por escrito, así que ahora que tengo blog les voy a hacer caso, justo hoy 12 de agosto que hace los años que murió mi abuela.



Mi amiga Marta contó muy bien la primera parte de la historia en Radio María en noviembre de este año pasado. Por cierto, a mi madre le gustó mucho la explicación de la Providencia. Gracias a Marta, a Radio María y al Pozo de Sicar. Por aquí la podéis escuchar a partir del minuto 37:50 más o menos:
El Pozo de Sicar del día 25 de noviembre de 2014

Era el año 1936. Mi abuela Daniela estaba embarazada de mi madre y su gemela; mi madre nació pero su gemela quedó muerta dentro. Mi abuela se puso tan enferma que pensaban que moría. Al ver esto, mi abuelo Ruperto le pidió al Señor que se lo llevara a él, porque mi abuela era más necesaria, ya que además tenían otra hija de 7 años. Mi abuela se curó y al poco tiempo mi abuelo que estaba sano empezó a sentirse mal. Fueron al médico, le hicieron pruebas y le dijeron que tenía el corazón grande ¹, que no tenía solución. Cuando mi madre tenía 3 años mi abuelo murió.

Esta es la primera parte, lo que yo no sabía era que continuaba la historia, me lo contó mi madre después.

Estuvo mi abuelo enfermo los 3 años que duró la guerra y murió justo cuando acabó. Él sabía que se moría y no quería irse sin recibir la Unción de Enfermos y se lo decía al cura. Ellos vivían en un pueblo de Cuenca y el cura tenía que ir a Cuenca a por los Santos Óleos, pero con lo liado que estaba todo, justo al final de la guerra, se tenía que esperar. El cura le decía a mi abuelo que no se preocupara, que su fe le iba hacer aguantar para recibirlos. Cuando consiguió traer el cura los Santos Óleos, le dio los últimos sacramentos, se despidieron mi abuelo y el cura diciendo que se verían en el cielo y antes de que el cura llegara a su casa, que vivían cerca, sonrió mi abuelo a mi abuela y a mi bisabuela y murió.

Un año después de morir mi abuelo murió la hermana mayor de mi madre, Florencia, con 12 años.
Mi abuela siempre vivió entregada al Señor, trabajando duro en el campo y en la casa, con sus Misas y rezos diarios.

Yo creo que los dos se fueron derechos al Cielo.

 

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1 Cuando vi la película de "La última cima" dijeron eso mismo del cura Pablo Dominguez, que tenía esa misma enfermedad, el corazón grande.