1ª conversación con Amalia de 6 años:
- Pues yo quiero votar.
- Solamente se puede a partir de cuando cumplas 18 años.
- Pues qué rollo, 18 años para votar, 18 años para conducir...
2ª conversación:
- Mamá, yo paso contigo y meto las papeletas que yo quiero.
- Noooooooo.
- Pues yo quiero saber a quién vas a votar. Dime a quien vas a votar.
- Eso no se dice, es secreto.
- Si yo no se lo voy a decir a nadie.
3ª conversación con su abuela por teléfono:
- Abuela, yo sé a quién ha votado mi mamá y mi papá.
- (Yo) ¿Pero no hemos dicho que era secreto y no se puede decir a nadie?
- Si yo solo se lo digo a la abuela y a nadie más.
- Bueno, si es solo a la abuela, vale, pero a nadie más. (¡Ya... que te lo has creído!).
- Abuela, mi mamá ha votado al Real Madrid y al Valencia. (Cosas de su padre).
Que sería nuestra vida si los niños, son lo más puro, mágico, original y bonito que nos ha dado Dios. Nada nos puede hacer sonreír como ellos.
ResponderEliminarJajajaja no aguantaba.
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