El verano pasado, estando con mi hija en unos columpios de Mislata (Valencia) vi que se acercó a dos niños, hermanos. Uno de los niños escupió a mi hija y ella le empujó. Duró un segundo, lo siguiente fueron risas y jugar juntos.
Si llegamos a intervenir los padres, lo estropeamos.
¿Será por algo de eso por lo que decía Jesús que tenemos que ser como niños?
Los adultos creo que somos más rencorosos, nos guardamos las cosas y luego salen después de mucho tiempo. Los niños se pelean pero en seguida se les olvida y a jugar como si nada.
Está bien aprender eso de ellos.
Aunque mejor no aprender otras cosas, como cortarse el pelo y guardarlo detrás de los muebles, o cortar las mangas de una camiseta y esconderlas dentro de unos calcetines, o limpiar una puerta de madera con antical, o pintarle las uñas al gato y a los pollos, o...
No hay comentarios:
Publicar un comentario