Por si os sirve, para poder reutilizar más veces las hojas: pasatiempos, crucigramas, sopas de letras, oraciones que se supone tienen que saberse quitándoles algunas palabras y para que las vayan colocando...
Con esto ahorramos papel y tinta: se mete la hoja en una funda de plástico transparente y se escribe en el plástico con rotulador de pizarra blanca. Después se puede borrar con el dedo o con una servilleta de papel. Cuando se han usado las fundas muchas veces van quedando restos, pero pasándoles un algodón mojado en alcohol vuelven a quedar más o menos bien, para bastantes usos más. Y seguimos sin manchar nuestras hojas originales de papel.
Oye me gusto esta idea me lo llevo para rebloguear
ResponderEliminarTodo tuyo.
ResponderEliminarLo uso en la catequesis para esas cosas. Tengo una cantidad de hojas imprimidas y como cada año me tocan chicos distintos, sigo sacando las mismas.
Y si que bueno que reciclas!!!
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