Cuando hay niños te conviertes en un diccionario:
- Mamá ¿cómo se escribe tiburón? ¿con be o con uve?
El caso es que no sé cómo todavía sirvo de diccionario porque hace tiempo que mis ratos de lectura se convierten en algo así:
Y la siesta, ni mencionarla siquiera. Bueno, unos minutillos ahora ya sí, pero después hay que revisar los desastres que ha dejado el tornado.
De todas formas, merece la pena. Seguro que cuando pasen estos años lo echaré de menos, así que ahora a disfrutar todo lo que pueda de este bichejo (o bicharraco, como la llaman algunos...) que ha puesto Dios en nuestras manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario